Desde pequeño muy rara vez veías res en tus platos. El cerdo tenia demasiada grasa para incorporar al alimento de un niño o de un adolescente.

 

Llegas a la adultez con el: “No como carne. Me cae pesada. No la proceso bien”. Pues te doy una noticia? Tu sistema digestivo es débil. Tus hábitos lo han debilitado.

 

Como me puedes decir eso? Anja! Pues te lo reconfirmo.

 

Vete al gimnasio, levanta 150 libras en plancha… si no estas acostumbrad@ a hacerlo me dirás que no puedes. Que apenas levantas 20 libras. Pues tu sistema digestivo esta igual. Los vegetales el pollo y el pescado son las 20 libras que apenas puedes levantar. La res y las vísceras son las 150 libras.

 

Nuestro cuerpo es igual. Los pacientes con cáncer son incorporados a una dieta estrictamente basada en plantas… porque? Porque son débiles, no pueden digerirte un ribeye termino medio sellado a la llama de una barbacoa. Eso hace la carne del ribeye malo? Claro que no, es uno de los cortes más completos en proteína y grasas. Pero tu sistema digestivo es igual. El ribeye son 300 libras en plancha y solo los que están sanos tienen la capacidad de absorber esa cantidad de nutrientes. Irónico verdad? Porque el enfermo lo necesita más.

 

Pero es un modo de que el fuerte sobrevive. Es una ley de la naturaleza.

 

Ahora bien, el débil puede fortalecerse. Paso a paso puedes lograr llegar a esa plancha de 300 libras. O puedes correr ese maraton o puedes nadar esos metros. La resiliencia se logra un paso a la vez. Nacemos débiles en todas las formas de vida que existen en este mundo. Logramos fortalecernos si lo hacemos bien.

 

Con el plan de nutrición adecuado puedes llegar a comerte el ribeye la picanha, el hueso crudo, jaja. Solo tienes que fortalecerte.